Costa Rica: Festival de Costa Rica 2019: Laura Astorga presentó “Sexismógrafo: Tres pasos para detectar el sexismo en el cine y la TV”

El 7º Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC) destina un espacio importante a charlas y seminarios con representantes de diversos sectores del quehacer audiovisual continental. Desde la dirección de actores hasta la cobertura periodística especializada, pasando por las claves de los pitchings y las nuevas narrativas en el documental, el abanico es amplio y diverso.

Una de esas charlas estuvo a cargo de la costarricense Laura Astorga. La directora de Princesas Rojas, estrenada en la Berlinale 2013, es también docente e investigadora especializada en la representación simbólica en medios de comunicación y sexismo en narrativas audiovisuales. Desde hace cuatro años viene trabajando junto a un equipo multidisciplinario en la elaboración del Sexismógrafo, una serie de herramientas que permiten medir el sexismo en cine, televisión, publicidad, prensa y redes sociales.

Sexismógrafo está basado en diversos análisis elaborados por ella y colegas alrededor del mundo. Actualmente ya lleva relevados más de 100 tests y métodos probados para determinar si una expresión artística es equitativa en cuanto a género se refiere. A continuación, las definiciones más relevantes de Astorga y el detalle de los análisis presentados durante el evento caribeño.

-Los orígenes del proyecto: “Cuando estrené Princesas rojas, en las preguntas y respuestas de los festivales me consultaban por la madre de la protagonista. Una madre que abandona a las hijas porque es mala. Estaba muy desconcertada: en Francia, en la Argentina, en todas partes, me decían que las mamás no hacían eso. Me tomó muy desprevenida porque yo esperaba hablar del contexto político centroamericano de los ’80, que para mí era lo más importante. Lo demás era un conflicto familiar al que no encontraba nada particularmente atractivo, pero me vi forzada a pensar qué era lo que tenía en particular la situación que yo mostraba”

-El caso de Reese Witherspoon: “En casi todos los guiones que le mandaban notaba una misma situación: siempre llegaba un momento en el que el personaje femenino secundario o protagonista que le estaban proponiendo hacer le decía a un hombre algo así como: “Oh, ¿cómo podemos solucionar esto?”. Cuando ella hablo en una conferencia sobre el tema, preguntó si alguien conocía a una mujer que haya hecho esa pregunta alguna vez en la vida, y obviamente todos contestaron que no”.

-El principio Pitufina, de Katha Pollit: “Las historias tienen a un grupo de amigos hombres y solo una mujer, quien es definida a través de estereotipos. Los hombres son la regla y la mujer, la excepción. Ella existe en relación con los hombres. Un ejemplo podría ser la serie The Big Bang Theory. Ahí el rol de Pitufina está perfectamente representado en el personaje de Penny. Después de las críticas, la serie sumó más mujeres, pero con mucha dificultad; es decir, a través de estereotipos de gente rara, loca, particular. Si bien los protagonistas son de ese estilo, en ellas está mucho más marcado”.

-Lámpara sexy, de Kelly Sue DeConnick: “Sucede cuando se puede quitar a un personaje femenino de la historia, reemplazarlo con una lámpara sexy, y la historia aún funciona porque ese personaje no es relevante para la trama. Pensemos en Megan Fox en Transformers: podríamos sacarla y no pasaría nada, nadie sufriría. Ese personaje es también una Pitufina, es la excepción en un grupo de hombres”.

-Male Gaze, de Laura Mulvey: “Tiene que ver con la mirada de los hombres hacia las mujeres. Son varios ítems:

• Las mujeres son colocadas como posesión o trofeo y la cámara se ralentiza o se demora en su cuerpo más que en su cara, algo que se ve en las high school movies cuando una chica entra al colegio. La película puede tratar de cualquier cosa, pero en algún momento la cámara va a detenerse a mostrarla. Como lo más importante es que esas mujeres están siendo vistas por los hombres, percibimos si son guapas o no por la reacción masculina.
• Ellas son personajes pasivos y sin fortalezas, o personajes sexualmente activos, y están ahí para complacer a los hombres.
• Todo lo que les sucede a las mujeres está representado desde la reacción de los hombres. Esto implica que nosotros aprendemos a mirarnos desde esa mirada. Por ejemplo, es un clásico en las películas para mujeres que una se vea al espejo y manifieste que no se gusta. Los hombres, en cambio, no dedican ni un minuto a verse en espejo y mucho menos a descalificarse. También sucede que una mujer ve a otra y la descalifica por su aspecto”.

-Female Gaze, de Laura Astorga, Mila Gisbert y Jill Soloway: “En este caso, los distintos tipos de violencia contra las mujeres son el contexto”, no el texto, como sucede en la película Acusados, con Jodie Foster. Ahí hay una escena de violación muy fuerte, pero después es peor la revictimización que genera el proceso legal. Esa es una postura por la que aquello parece un evento muy raro, increíble y traumático, cuando en realidad lo traumático es la mediatización”.

-Mujer en el refrigerador, de Gail Simone: “Se da cuando en una narrativa aparecen mujeres torturadas, asesinadas o descuartizadas, solo para mostrar a un hombre que lo contempla, sufre y toma decisiones heroicas al respecto. A ellas las matan; sin embargo, ellos son los protagonistas del sufrimiento, tal como ocurre en los policiales tipo CSI. Esto lo detectó Gail Simone por primera vez en el cómic Linterna verde. Ahí el protagonista encuentra a su mujer muerta, sufre mucho y de ahí en adelante es un superhéroe, es decir, que su decisión de ser superhéroe es a partir de un cadáver.

-Furiosa test, de Sean M. Puckett: “Es un fenómeno que aparece cuando alguna película o serie alborota las redes sociales con críticas sexistas y ofensas directas. Nació con el personaje de Furiosa (Charlize Theron) en Mad Max. La gente estaba asqueada de que esa mujer pelada, sin un brazo e interpretada por una diosa sexual convertida en piltrafa, fuera protagonista de esta película. Con Capitana Marvel se está dando algo parecido”.

-Feldman Score, de Rachel Feldman: “Esta evaluación se hace sobre los créditos, y una película pasa con una puntuación de cinco o más. La forma de sumar es la siguiente:

• dos puntos si hay una escritora o directora.¿
• un punto por una compositora o directora de fotografía
• un punto por tres productoras o jefas de departamento
• un punto si el equipo tiene el 50 por ciento de mujeres
• dos puntos si hay una protagonista femenina que determina los resultados de la historia
• dos puntos si ningún personaje femenino es victimizado, estereotipado o sexualizado
• un punto si una escena de sexo muestra juegos previos antes de la consumación, o si los personajes femeninos inician o intercambian acercamientos sexuales”

-Buchanan Test, de Holly Buchanan: “Vemos una mujer fuera del “hogar”, esa mujer u otra tiene un rol que no es el de “madre” y NO hace yoga o gimnasia. En las publicidades es realmente algo difícil de ver, salvo que sea de objetos”.

Noticia original y completa en: https://www.otroscines.com/nota-14446-festival-de-costa-rica-2019-laura-astorga-presento-sexi