«La publicidad que no es sexista aumenta las ventas un 25%»

Cómo funciona la publicidad y que capacidad de influencia tiene sobre la población fueron los dos conceptos que explicó ayer Sonia Carbajal en una charla organizada por la asociación cultural La Trébede, dentro del IV encuentro sobre Identidades de género y violencia machista. Sobre el poder de esta industria y su papel como herramienta para llegar a las personas nos ha hablado la experta en comunicación y publicista.

-¿Cómo influye la publicidad en la identidad de género?

-Muchísimo, recibimos de media unos 3.000 impactos diarios y eso nos influye. Cuando una multinacional se gasta millones de euros en investigar el comportamiento de las personas es porque la publicidad resulta muy eficaz.

-¿La publicidad es sexista o la sociedad es sexista?

-Ese es el eterno debate. La publicidad dice que en ella sólo se refleja la realidad y que hablan en un lenguaje que la gente entiende, pero eso es falso porque no existen los unicornios ni hay mujeres que después de ser madres vivan sin tener queja de su día a día. La publicidad estudia la realidad, la filtra y dibuja estereotipos de mujer inalcanzables, que además está demostrado que cada vez funcionan peor, las mujeres no se sienten reflejadas por lo que ven en las campañas

-Por tanto hay un cambio en la industria...

-Sí, hay una mejoría clara que además sigue creciendo. Después de las manifestaciones del 8 de marzo, se dispararon las búsquedas en internet sobre el feminismo, qué es, cuándo surge, qué reivindica... Y eso generó un cambio. Los mensajes que lanza la publicidad están cambiando porque hay gente dentro de las agencias que empuja para que eso cambie, y ya hay muchas mujeres que están en puestos directivos, pero también porque las grandes empresas tienen cuidado con los mensajes que mandan. Una de las mayores empresas de publicidad ha suscrito un acuerdo para que ninguno de sus productos lleve asociada una campaña sexista y los últimos estudios en la materia dicen que la publicidad no sexista consigue incrementar las ventas en un 25%.

-¿Cómo puede ayudar la publicidad a acabar con estos mensajes sexistas?

-Contando otras narraciones. La publicidad que nos hace libres es la que comunica en base a comportamientos y no etiquetas. El lenguaje emocional es el que funciona y es el que construye la realidad. Si podemos coger todo ese potencial comunicativo de la industria publicitaria y construir otras narrativas se generará el efecto contrario. El hecho de que se hagan camisetas con lemas feministas y se vendan hacen que el concepto mole.

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